"Senderitis"

Desde hace unas semanas (con el buen tiempo, vamos) me ha entrado una especie de enfermedad, como aún los médicos no le han puesto nombre científico tipo N1-H1, yo la llamo “senderitis”, consiste en que te pegas unas palizas andando por los “caminos de Dios” y encima hasta te gusta y engancha; así que a partir de ahora os haré partícipes de mis caminatas campestres mostrándoos fotillos bonitas o curiosas.

Lunes 29 de Junio: De Las Matas a Hoyo de Manzanares.

El recorrido tiene 11,00 Km. y es, en su mayoría, cuesta arriba (aquí todo lo que se haga en dirección Norte es cuesta arriba).

Me bajo en la estación de Ferrocarril de Las Matas al Norte de la ciudad de Las Rozas a la cual pertenece, me pongo cómodo, bebo algo de agua, me preparo el mp3 y allí empieza a sonar (en exclusiva para mí) un concierto del “Devotional Tour” de “Los gloriosos” (Depeche Mode). Con “las pilas puestas” salgo de las Matas hacia la Urb. Los Peñascales (perteneciente a Torrelodones) y tras atravesarla y subir sus empinadas calles, que sin duda no están pensadas para ir andando (lo más duro del recorrido), llegamos a la linde con El Pardo: espacio natural protegido perteneciente a Madrid capital.
Aquí las vistas de Madrid son espectaculares, así que me paro un poco a contemplarlas, un par de fotillos y “palante”. Enseguida llego a la finca “El Pendolero”, que aunque su nombre parezca indicar otra cosa (que sois muy mal pensados) se trata de un salón de bodas, como nuestro Puerto Blanco pero más en medio de ninguna parte y bastante menos cutre.

Sorteando la finca El Pendolero (ya que es propiedad privada y no se puede pasar) volvemos a otro tramo de fuertes subidas, que al culminar nos gratifica con otras espectaculares vistas del Embalse del Pardo y una panorámica de toda la Sierra de Hoyo. Otra paradita, esta vez sentado, me sacudo los zapatos que a estas alturas parecen una cantera de áridos, otro trago de agua y a seguir.
Desde aquí la vegetación que antes estaba dominada por encinas, pasa ahora a estar repleta de enebros, que es un árbol típico de la sierra madrileña, tanto que en todos los pueblos de la comarca hay alguna urbanización, barrio ó calle llamada “El enebro, el enebral ó los enebrales”.
Ya falta menos de la mitad y lo más duro quedó atrás, los Sres. Gahan, Gore y Fletcher han terminado su concierto y empiezan a sonar ahora una selección de canciones disco de principios de los 80, la música que sonaba en la época gloriosa de Patton (incluso antes de que los de mi generación pisáramos ese santuario): Lady Fantasy, Made in Japan, Power run, etc, etc, … "¡Igualito que'l Reguetón!" ...; un poco de falsos llanos y pronto se ve Hoyo de Manzanares, pero antes de llegar nos encontramos con el puente de Rolinares, antiguo puente compuesto por dos grandes vigas de granito, se deduce que en tiempos este arroyo era más caudaloso (ahora está seco la mayor parte del año).
Pues ya se llega al pueblo, kilómetro y pico de callejeo y llego a casita tras 2h. 20 min. de camino, una buena ducha y a descansar todo lo que se pueda que, a buen seguro, mañana aparecen las agujetas, que no “Agu-jetas” como describió “Superchoco”, ¿Qué no lo conocéis?, pues tenemos un superhéroe en Huelva desde hace algunas semanas (pinchad el vínculo).

Espero que os guste el recorrido y si alguien se anima …