¡Estos madriles! ...(III)

Llevo ocho meses aquí y sigo sin habituarme a muchas de las costumbres de los madrileños, que en algunas cosas nos sacan ventaja pero en otras se han quedao atascaillos….

EL COCIDO MADRILEÑO:

Con lo rico que está un buen plato hondo “bordo por raya” de garbanzos y fideos con el fondo lleno de sopita, que coges una “cuchará” y conforme te la vas acercando la puedes paladear sólo con el olor que desprende (con aromas a hierbabuena) y después de remate esa “pringá” como Dios manda, consistente y abundante: ese tocino de “papá” que lo tocas y baila más que la gelatina, ese hueso de jamón de pata negra (con más carne que hueso, es lo que más me gusta), costilla o tocino salado, magro, pollito, ternera… y ya, según que casa, todo tipo de casquerías: pestorejo, lengua, morcillas, etc. Aunque está haciendo bastante calor y no es lo mejor para estar fresquito … se me está haciendo la boca agua “namás” que de pensar en el cocido de mi madre (ó el de mi mujer que tampoco le sale mal, sobre todo cuando le da por hacerlo a “olla destapá”).

Ahora vamos a lo que vamos: el FAMOSO cocido madrileño, a ver como os lo cuento para que podáis apreciar toda la esencia de este “manjar”, como se sirve en tres platos … vamos a seguir este orden:

Primero te plantan un plato de sopa, o sea, caldo con 4 fideos nadando, pero nada más, ni picatostes, ni tropezones de ningún tipo. El sabor: parecido al nuestro pero más suave (aguao) y de sal ni hablemos, como si todos tuviésemos afecciones cardiacas. Pues nada te lo comes rápidamente (como es tan liviano …) y a esperar el segundo.
De segundo te traen un plato de garbanzos con verduras, así dicho no suena mal pero os voy dando los matices: no “rebujados” sino los garbanzos a un lado y la verdura a otro; la verdura generalmente es repollo o col en el 80% y luego algo de patata, zanahoria y poco más, de lo más “esaborío” pero a muchos de estos desafortunados seres es lo que más le gusta del cocido; los garbanzos … ¡tela! … es como si te abrieran un bote de esos que venden cocidos y te lo echaran en el plato, pero peor, porque al menos los del bote tienen caldo, los que te ponen en el plato están más secos que el pan de tres días, insípido y pesado de comer.

El tercero la carne (donde te lo pongan, porque en la mayoría de los sitios que te ponen un cachito de carne, de lo que sea, con el segundo y se acabó): aunque en las recetas te dicen que “tiene cabida prácticamente cualquier tipo de carne y es habitual incluir de todo un poco (cerdo, ternera y aves). La carne principal y la que más sabor da es la de cerdo”, esto es mentira “cochina” (nunca mejor dicho), lo que más te ponen es pollo y, con suerte, algún trocito de morcilla de cebolla o arroz (que esa es otra). Díganme ustedes qué clase de “pringá” es esa.

Este es el tipico 2º&3º “todojunto”

Esto será como todo en la vida, habrá sitios en los que verdaderamente te pongan un buen cocido ó incluso abuelitas madrileñas que con una olla de barro harán maravillas con estos ingredientes, pero por lo general, en la mayoría de los restaurantes es tal cual os lo cuento. Por hacer un símil: el cocido madrileño comparado con el andaluz es como una madrileña bailando por sevillanas (¿habéis visto alguna? jeje, pues eso). “Las comparaciones son odiosas” pero en este caso creo que no se pueden ni comparar:

(hasta el plato es como el de mi madre).

Menos mal que todavía me queda en el congelador dos raciones del cocido de mi señora, que aunque sea congelado le da mil vueltas (o más) al mundialmente conocido.