Aún zombie

Ya estamos en el sábado … “sábado, sabadete” para algunos … pero lean, lean el mío:

Sábado 13-03-07

A las ocho ya esta sonando la odiosa melodía del móvil, ustedes dirán que si es tan odiosa que la cambie por otra ... y ya lo hice, de hecho lo sigo haciendo, lo malo es que a los dos día, por muy bonita que sea, se convierte en odiosa … aún cuando la pones de “tono de llamadas” acabas odiándolo: puse un tiempo el “condemnation” de los Depeche, otro tiempo el pasodoble de Valverde, pero los quité rápido por eso “no vaya a ser que les coja manía”…

Tras “aviarme” lo más rápido que pude, me pasé por el polígono de Moralzarzal para intentar comprar la tela metálica que nos faltó el Viernes, pero no hubo suerte estaba todo cerrado, así que puse rumbo a Hoyo y sobre las 9.20 estaba en el Bar “La Churrería”, allí estaba ya el tito Miguel clavándose una copa de Whisky DYC “der güeno”, pero por lo visto no fue la única, porque nada mas entrar y pedirme un café me pidió 10 “leuritos” para pagar la “convidá” (luego me los devolvió, todo sea dicho, es que dejó la cartera en casa).

Tras pasar por su casa para coger algunas herramientas, a las 10 llegamos al chalet. Arrancó la motosierra y empezó a cortar “arizónicas” del otro lateral, pero al poco tiempo se le estropeó la motosierra; él pensaba que era por la cadena que había que afilarla, así que sin perder más tiempo, le quita la cadena y nos la llevamos a Collado Villalba (a veintitantos kilómetros) la dejamos en una “megaferretería” y mientras nos vamos a buscar la malla (que en esa ferretería había de tó … menos esa malla); vamos al polígono de Villalba y conseguimos los 7 m que necesitamos de malla metálica; paramos en un bar y mientras yo me tomo otro café, él pues lo mismo: otra copita de Güisqui…

Recogemos la cadena que dejamos afilando y otra vez para La Berzosa (urbanización donde estaba el chalet). Al llegar a la casa (ya pasadas las 11.30), resulta que además se le había perdido una tuerca del espadín de la motosierra, pues allá que me va mi Catum, con el coche ahora para Hoyo a buscar una tuerca; voy la compro y enseguida vuelvo: “sobrino, pues esta cadena está jodida … vas a tener que ir a Villalba a que te afilen la otra …”. Ya las 12:30 pasadas, llamo a mi mujer para que se preparen que en 25 minutos los recojo (porque quedamos a comer todos en Hoyo en la casa del tito).

Paso por la ferretería de Villalba, dejo la cadena para que la afilen, voy a Moralzarzal a recoger a la familia y … no sé para qué me molesto en llamarla antes, porque aún estaba si vestir ni arreglar … ¿saben lo que tarda una mujer en eso? … ya estaba de los nervios hasta me empezó a doler la cabeza, para colmo a las 13:30 cerraba la Ferretería y teníamos que llegar antes para recoger la cadena; que si no llegásemos, encima, saben de quién es la culpa ¿no? … “po del Catum, como siempre” …

Llegamos justo para recogerla antes de cerrar, me dejaron en La Berzosa cerca de las 2 y siguieron para Hoyo (entre pitos y flautas me había tirado más de tres horas de coche “parriba y pabajo” y cerca de 200 km); cortamos unas cuantas “arizónicas” y nos fuimos a comer, no sin antes tomarnos una lata de Cruzcampo (¡qué alegría!) que nos sacó la señora del chalet. Ya en su casa cayeron al menos otras dos latas (ya de Mahon), tenía preparado la mujer un cocido de estos que, si las digestiones normales son dos horas, para éste necesitas al menos cuatro …; pero ni siesta, ni reposo, ni nada parecido, “der tirón pal bar” … otro café y el tito otra de DYC, po ya me animé yo también, “venga po ponme una de Ponche”.

Así otra vez para La Berzosa, a terminar de cortar las que quedaban y lo que es peor aún, a sacar las ramas que han crecido entre los huecos de la tela metálica antigua, no veas como se relía eso entre los alambres … hasta tal punto que en muchos sitios tuvimos que cortar la malla para que saliesen las ramitas …

En fin yo estoy cansado ya de escribir y ustedes seguramente de leer así que mañana os acabaré la historia de mi fin de semana “relajado” por si tienen interés (que imagino que a estas alturas estarán más cansados que yo de la historia) …; ánimo que ya falta menos para el lunes (de esta historia) y, como decía el amigo Ricardo todos los Domingos (e imagino que lo seguirá diciendo): “¡qué bien, mañana lunes! … pa descansar”…