Neveritis

Aunque bien es cierto que en verano hay más horas de luz y por tanto da más tiempo a darse paseos, no crean que tengo abandonadas las “senderitis”, se hace lo que se puede, aunque no siempre haga una entrada de ellas. Sin ir más lejos, el domingo pasado (23) me pegué una caminata de 38 km y 8 horitas … (reventaíto) … pero ni siquiera me paré a sacar fotos, hacía un frío tremendo, creo que apenas estuve las horas centrales del día sobre cero, de las pocas veces en mi vida que me ha dado frío en las piernas y eso que no paraba de moverlas … ¡como para ponerme a hacer fotitos a los carámbanos! …

Este fin de semana ha sido distinto, nevó en la mañana del Viernes (y algo en la madrugada del Viernes al Sábado), aunque durante el día, sin llegar a hacer calor (más quisiera) al menos hemos estado en positivo. El Viernes por la tarde traté de salir a dar el paseo, a ver la nieve recién caída, para ello me comí los 2 kg de lasaña que me tenía apartá “miposa” en menos de 5 minutos y salí zumbando, pero al cruzar el portón de entrada (cargado con las bolsas de basura … no vaya a desaprovechá el burro el viaje …) estaba agua-nieve-venteando y con el cielo oscuro “como los cojXXX del Catum” … (por lo de burro anterior) … así que desistí y me metí en la cama con Rubén a ver dibujitos … y qué a gusto se ven Los Lunnis en la cama de Rubén … de cuando en cuando me despertaban por las voces que estaban dando:

- “pero Rubén, ¿por qué los pones tan fuerte?” …
- porque no escucho con tus ronquíos …

¡Qué forma de ensartar pesadillas! … entre los 2 Kg dando vueltas en “la hormigonera” y la Lupita y el Lutrecio “majaroneando” por sus mundos … (por cierto Jairo: ¿no los habrás visto por allí? …)

El Sábado no es que estuviera “mu pallá”, pero estaba frito por salir, así que cuando me despertó Iván a las 8:45, no me hice el remolón, salté de la cama, desayuné, me equipé y tras hacer … en fin, todo lo que se hace por la mañana temprano (no me hagan entrar en detalles), salí con mis crampones de Reyes en la mochila por si los necesitara (por si no lo saben los crampones son una especie de suela con pinchos que se pone bajo las botas de montaña para evitar resbalones con el hielo y la nieve dura).

El principal motivo de éstas "neveritis" era tomar algunas fotos para mostrároslas, ya que ambas rutas (Sábado y Domingo) ya os la mostré en otras ocasiones, si no exactamente iguales, si coincidentes en muchos tramos. La primera imagen corresponde a la ruta del Viernes que decidí no alejarme mucho del pueblo (no fuera a ser que estuviera la cosa chunga … le tengo más miedo a la nieve que un niño a la oscuridad …), pero aún con esas casi rondé los 15 km y tres horas de paseo por nieve virgen en la mayoría del trayecto.

Estas primeras fotos corresponden a la última calle de Moralzarzal, ya para salir a campo abierto, algo así como la C/ Curtidores en Valverde (… ¡que os lo tenga que explicar a ustedes …!: “la que va del Candil pal polígono” … ahora si, ¿verdad?, si no hay ná como nombrar un bar pá que el personal se sitúe …) y allí mismo, con ná que se empina un poco la pista, me encontré con la primera “victima”… allí tuvo que dejarlo el incauto de turno, con el culo pegado al árbol que lo paró y le entreabrió un poco el maletero (no lo saco por aquello de no mostrar la matricula ajena …).

Éste es el camino que nos lleva a los depósitos de agua y un poco más adelante a un mirador, desde el que tomé la imagen anterior de Moralzarzal con el Cerro del Telégrafo detrás y esta otra de todo el valle nevado; entre la nieve cuesta distinguir hasta las urbanizaciones, pero os aseguro que por allí andan algunas de Navacerrada, Becerril y Mataelpino …

Continúa mi paseo precisamente por buena parte del valle de la imagen anterior, en cuyas llanuras hay numerosas dehesas y fincas dedicadas al ganado (tanto bravo como de carne); aquí vemos como hay algunos ternerillos con pocos días, que si llegan a saber el frío que hace fuera igual se lo hubieran pensado antes de salir …

Pasadas las llanuras, me dirijo hacia el Telégrafo, aunque no lo subo hasta arriba, sino aprox. a ¾ de subida dónde hay un camino de bajada de nuevo hacia el pueblo. Es precisamente en la ascensión, donde más nieve acumulada hay, más de 15 cm. … y porcierteando: ¿para dónde habrá ido el conejo? …

En la ascensión decidí coger por el “camino viejo”, un camino en desuso por donde solo pasan algún que otro caminante harto de cruzarse con tanta gente y sobre todo bicicletas (es una auténtica pesadilla la fiebre de mountan bike que hay por aquí). En este camino la nieve estaba totalmente virgen y para que vean lo que cuesta andar por ella os hice un pequeño video:



… imagínense hacer varios kilómetros así, es cansadísimo, para que se hagan una ligera idea es algo parecido a andar por la arena seca de la playa …

Las fuentes del camino estaban preciosas, todas rodeadas de nieve; ésta de la imagen es la última en sentido ascendente, conocida como la Fuente del Retén. Un poco más adelante comienzo el descenso, encontrándome a los pocos metros con semejante “elemento”:

… aún recuerdo lo que os reísteis del que hice el año pasado (“Valverdeño” de nombre), pero que veáis que los hay más cutres que yo …

Ya bajando, por la cara Sur, se notaba bastante menos nieve a medida que se desciende, hasta sorprenderme de lo poco que había quedado por la aceras del pueblo … ¡con el viaje de nieve que hay apenas 300 m. más arriba! …; la última imagen está tomada prácticamente del punto opuesto de la foto del mirador del principio, el cuál podéis intuir dónde está ya que se vislumbra a la derecha la pista por la que ascendí por la mañana.

Pensé en relataros también la del Domingo, pero con esto “vais bien despachaos”, lo dejaremos para otro día porque de lo contrario no va a leer la entrada entera “ni er tato” …