Estos madriles … (VII): ¿es-cultura?

Aunque realmente los madrileños no tienen culpa, más bien debería titular la entrada: “estos políticos madrileños …”.


Os cuento: Justo frente al edificio de Correos del Campo de las Naciones (donde trabajo) está el Parque Juan Carlos I: un inmenso parque (220 Ha) de reciente creación (1992), donde por lo que se ve han invertido ingentes cantidades de dinero (más de 60 millones de Euros … de hace 20 años), tanto en su morfología (con multitud de caminos, calles asfaltadas, aceras, etc.), en su dotación (con millares de bancos, farolas de diseño, un río artificial de más de dos kilómetros, lagos artificiales y todo ello en hormigón armado, un auditorio que prácticamente no se usa para 9.000 espectadores, etc.) y en su decoración con muchísimas “obras de arte” a escala cíclope, que es a donde quiero llegar:

Empezaremos con una que no tiene el dichoso “cartelito” de interpretación, con lo cual dicha interpretación es libre ¿no? … la mía es la siguiente:


Título: arbolitos con radiadores
Autor: cualquier cerrajero aburrío.
Comentarios: La obra expresa “cuán trastornao” ha de estar un individuo "pá jacé semejante pamplina" … bla, bla, bla.

Pero esto, aunque no os lo creáis, es lo mejor, a unos metros está semejante “ida de olla”, con su correspondiente explicación (casi hubiese sido mejor dejarlo también al libre albedrío):


¡ATENCIÓN a la última frase del texto!: “…Toda una definición del modelo de convivencia” … ¡Si señor! … ¡y se queda tan pancho el Mustafá este!.

… y aún puede ser peor, éste hasta el nombre tiene “curioso” …


(¡Ojo!, no confundir con la “Manolona Opus 396” … que no tiene “ná que vé” … “¡hay que veeeee…!”).
(Esta foto es para premio Pulitzer: “Manolona” con el Centro Directivo de Correos detrás).

Puedo entender que a los artistas les llegue la inspiración … ¡valla usted a saber de qué manera! … y propongan semejantes chorradas, pero de ahí a que nuestros políticos (en este caso Álvarez del Manzano) se las compren, con el dineral que tienen que costar … y sobre todo que las construyan a esa escala (sólo el material vale millones). Llámenme paleto, inculto, que no se valorar el arte y encima me río de él … lo que quieran, pero la verdad es que no me entra en la cabeza; el dinero público creo que está para un bien común y no para estas “mascás”, que ha diferencia de las mías, nos cuestan un riñón.

Después de alterarme por este despilfarro que sucedió hace casi veinte años, me tranquilizo y volvemos a las “insólitas” esculturas, pero ahora os dejo unos “deberes”: hagamos un concurso-debate (así que por favor, colaboren y opinen): ¿cómo se llamará esta “genialidad” y que representa?


En próximos días os daré la respuesta y veremos más “absurdeces escultóricas” (que conste que os he dejado la más fácil ¿en?).