¿Sobresalientes?

Volviendo a los pasajes de la adolescencia, os voy a relatar la historia de cómo conseguimos sobresalientes en dos asignaturas sin tocar un libro.

La acción se ubica en nuestro IBM Diego Angulo (hoy sería IES), donde en primero de BUP (hoy sería 3º de secundaria … ¡que nomenclaturas más raras!, ¿no?) a unos cuantos “avispaillos” nos propusieron un “trabajito fino” para conseguir mejorar la nota en Educación Física y Naturales.

Por aquel entonces, el Instituto era un centro colonizado por los jipis, os nombro unos cuantos:
* El director: Luis, un tío que se afeitaba y pelaba una vez al año (en primavera), el resto dejaba crecer sus melenas y barbas a modo de Jesucristo (así lo llamaba el amigo Servando: “Oh, he visto a Dios”).
* Juana: creo que daba naturales, pero no echadme mucha cuenta porque los salidos de entonces solo nos fijábamos en cómo se le marcaba la pepxxx con la mallas elásticas que usaba … ¡qué calentones!
* Lucía: de Filosofía, que aunque no tocaba hasta tercero, todos la conocíamos por lo extravagante que era. Por cierto la he vuelto a ver el año pasado en el Instituto Rábida de Huelva (haciendo yo las prácticas del CAP) y sigue igual … “está encartoná la joía”.
* Yedra: tres cuartos de la anterior, pero esta tenía raro hasta el nombre.
* “El Jipi” por excelencia, que no recuerdo ni como se llama, no llegó a darme clase paro este era “coleguilla” de todos y admirado por todos.
* Juan Romero: del Berrocal “a boca llena”, actualmente en ecologistas en acción (creo). Su frase típica era … “¿dónde vas turista?”, a lo que todos le respondíamos lo mismo: “aquí el único turista eres tú, que eres del Berrocal”.
* Pablo: Profesor de Naturales, de aspecto poco “jipilongo”, pero en esencia si que tenía detalles.
* Ana (creo que se llamaba así): la americana cuarentona con pelo gris que nos dio inglés en primero (luego se fue agobiada). Esta sabía mucho inglés, pero de español ni torta, cosa que Servando (que era el payasete del grupo) aprovechaba para decirle los “buenos días” de muy diversas formas: “Ahí viene la puxx ramexx …”, “a vé si te tiñes esas canas” y otras muchas “lindeces”.
* Manolo Monje: nos dio literatura en segundo. Este no es que fuese jipi, simplemente estaba “más salio que la esquina del Pavo”; entre sus actuaciones más recordadas está una conversación con Servando (¡joé, Vandy, eres el protagonista de la entrada):
- Manolo, ¿esto es evaluación continua?.
- No, Servando, esto es orgasmo continuo.
- Pues acabarás hecho polvo.
- Efectivamente, Servando, echo polvo … echo polvo.
Otra acción recordada de Manolo Monje fue cuando se colocó junto al “quicio” de la puerta de la clase y a todas las niñas que iban entrando les daba una palmadita en el culo (ya con 15 ó 16 años … de muy buen ver) … y no le pasaba nada … nosotros les rozábamos el trasero y teníamos asegurado el bofetón.

Pues bien, tras nombraros el claustro de profesores casi completo, retomamos la historia: Resulta que Juan Romero (E.F.) junto con Pablo (Naturales) encargaron un camioncillo (aprox 4 m3 ) de tierra vegetal, con la idea de plantar unos arbolitos en el pasillo que quedaba entre el salón de actos y el campo de fútbol municipal (Zarrita) … cual fue su sorpresa cuando encontraron un montón de tierra, lógicamente sin extender … ¿qué creerían que se lo iba a dejar el camión “allanao y tó”?.

Pues eso es lo que nos propusieron estos dos profesores, sobresalientes a cambio de extender el montón de tierra … ¿qué harían ustedes? … pues lo mismo que nosotros coger rápidamente los carrillos de mano y las palas y en dos horas de un sábado por la mañana estaba aquello más liso que un charco helado. Pero ahí no quedó todo, por el buen (y rápido) trabajo que hicimos hasta nos pagaron (creo recordar que 1.000 ptas).

No estuvo mal el trato ¿verdad?