Miércoles de Peña

Si amigos hoy es miércoles … miércoles, un día más, en mitad de la semana, anodino para la mayoría de los mortales, pero para quienes tienen o hemos tenido la suerte de tener una peña … el miércoles es un día especial.

Os hablaré de mi peña, bueno mejor dicho de la que fue mi peña: la PEÑA PLATERO. Una de las más veteranas del panorama valverdeño con más de 11 años desde su fundación, soportando épocas de robos, inundaciones (a pesar de estar en un primero, era tal la cantidad de agua que entraba por las paredes, aún sin enfoscar, que literalmente se anegaba el local entero), rachas de desidias y apatías, amén de las bajas de varios de sus componentes (ahí ando yo) y otros que ya no volverán a pisarla por avatares de la vida (un abrazo Chulino, donde quiera que estés).

Actualmente apenas superan la quincena de socios (más un socio honorífico), pero siguen con la misma ilusión y el mismo propósito que en los comienzos, que no es otro que el verse todos los amigos al menos una vez a la semana para intentar evitar que se rompan los lazos que los unen y que la vida familiar tensa y, a veces, termina por romper. Ese día de reunión es hoy, bueno hoy y todos los miércoles del año (salvo raras excepciones como feria, carnavales y poco más). Ahora, mis miércoles en Madrid son los días que más añoranza tengo de mi gente y sobre todo de mis amigos … me acuerdo en todos y cada unos de ellos de que “hoy hay peña”.

Mientras he vivido en Valverde, esperaba las noches de miércoles como si del fin de semana se tratase, es un “break” en la semana laboral y tras él, o sea el jueves, ya sólo queda un día para el deseado “finde”. Allí nos reunimos, vemos el partido de rigor, echamos quinielas y primitivas, también jugamos porras y a la LFP (Liga Fantástica Platero, de la cual he de presumir que soy el actual subcampeón … ¿ó campeón? Ahora mismo ni lo sé), dominós, cartas, futbolín, diana, billar y hasta ping-pong completan una oferta de ocio que ya quisieran muchas salas de juego.

Pero lo más importante de estas reuniones no es el juego ni el fútbol, es el hecho de vernos, hablar de nuestras cosas, nuestras familias, nuestras inquietudes, nuestros proyectos, nuestros éxitos y fracasos … en fin, ser amigos, que a fin de cuentas eso es lo que somos “un buen grupo de amigos” (a veces hablo en primera persona, pero es que no puedo evitar sentirme uno de ellos). Os digo lo mismo que le dije al “valverdeño del año”: aunque suene un poco gay OS QUIERO TIOS.