Acabo de reencontrarme gracias a esto de los glogs con un viejo amigo, Rafael "el cura", si si un sacerdote, si hay que tener amigos "hasta en el infierno" ¿porqué no lo vamos a tener también más cercanos a la divinidad?; aunque siento decirle que la religión la tengo ya algo aparcada y cada vez cuesta más trabajo creer en esta época que nos ha tocado vivir.
Él fué mi profesor de religión en el instituto y aparte de eso hicimos amistad, recuerdo que muchos dias que tenía que dar misa (u otros asuntos del clero) en los pueblos de alredor nos íbamos algunos amiguetes (Servando, Rafael, Sevillano, Doblado, los Requena, etc) con él para dar una vuelta por la "periferia" (para los valverdeños el centro del mundo es la Plaza Rañon y Cajal). Incluso un día nos prestó un servicio de ambulancias, jeje, nos cojimos una "del 15" en una fiesta de la Piscina y nos llevó pa casa, alguno pasó antes por el centro de salud a coserse algo.
Hoy en día hay otros santos a los que venero más que a los que están en los altares, como San Viernes que me alegra todas las semanas, San Puente como dice José Mercé:
"... me gusta el santo que tenga puente
a ese que si le rezan, que es santo pa' la gente
Puentecito santo, santo puentecito ...".
Y por último a la que le tengo más devoción y estoy deseando de comocerla: Santa Paga Extra, que llevo más de 10 años currando y no he tenío el placer.
Pues eso, a animarse que ya es Viernes y el Lunes (mi Judas particular) aún queda lejos.
¡Que pasa José María!
ResponderEliminarMe alegró de que te hayas animado a tener tu propio blog. Echándole un vistazo veo que en muchas cosas estamos de acuerdo (hasta en los equipos de fútbol). Tambien me alegro que sea viernes, aunque para ser un viernes de junio está la cosa chunga, lo digo por la lluvia que cae en Valverde.
A partir de ahora te tendré enlazado para no perder detalle de tus post.
Saludos
Y, como quién no quiere la cosa, van para veinte los años que hace de las anécdotas mencionadas (ahora sólo diecinueve). Qué buena memoria de los detalles...
ResponderEliminarEn fin, me alegro de reencontrarte y ojalá podamos charlar un día de lo humano y lo divino, a ver qué pasa.