Senderitis “el pacá” (2º Acto también):

Hoy va la cosa de segundas partes, que como bien dicen “nunca fueron buenas” … aunque en estos casos las primeras tampoco lo fueron …; sea como fuere, para los sufridos lectores que tengan la paciencia de leerme, o simplemente me sigan por la lástima que les provoco, os seguiré contando lo que nos podemos encontrar si damos un paseo al Oeste de La Antilla:

El otro día nos quedamos justo frente al El Rompido, buscando sin éxito los restos de la antigua almadraba; tras esto queda la vuelta por el mismo camino hasta Nueva Umbría, ya saben: una pasarela del río al mar, un tramo de un par de kilómetros de playa y la otra pasarela del mar al río, por cuya orilla se pasea hasta que ésta deja de ser de arenas para pasar al barro, continuando por el camino de arenas humedecidas aún por la marea alta. A este tramo de orilla de río pertenece la imagen anterior, donde decenas de domingueros acuden con sus navíos de diversa “chichi”, para imagino disfrutar de un día de “playa” (lo entrecomillo porque no es más que un río) un poco más tranquilos que en la orilla del mar … aunque lo que os aseguro que si que consiguen es dejar todo aquel paraje lleno de basuras de diferente índole … ¡indolentes! …

Pronto se llega a la carreterilla en mal estado que une nueva Umbría con el Terrón, hacia donde me dirijo, llegando en aprox. dos kilómetros y tras pasar por lugares tan bellos como este puente sobre uno de los esteros que van al Piedras:

El Terrón, no es más que un puerto de pescadores que hace una década empezó a usarse como zona de bares/discotecas/botellones, aunque creo (y digo creo porque ya no soy “de la partida”) que ya la marcha está decayendo en aquel lugar.

En el momento de la foto, andaban la mayoría de éstos barcos pesqueros realizando sus labores … y los que andaban atracados, realizaban otro tipo de labores más “chanqueteras” (Chanquetera (definición): labores propias de Chanquete):

También en los últimos años, se han ampliado los puntos de atraque de este puerto, para fines “deportivos” (este entrecomillado creo que lo entenderéis todos ¿no?: ¿Qué tipo de deporte es montarse en una lancha a motor … o un barco mayor? … para terminar “haciendo el indolente” …).

De vuelta hacia La Antilla, a escasos 500 m del puerto y encaramada en una pequeña loma a la derecha, se encuentra la Aldea de La Bella, lugar donde los leperos rinden cada año su gran romería a la Virgen del mismo nombre … con romerías como esta ¿quién necesita Rocío?, se explican ya porqué Lepe no tiene hermandad rociera ¿no?.

En el lugar más alto de la aldea se encuentra la ermita a cuyos pies se haya una gran explanada donde se celebran las misas y los actos más multitudinarios de esta gran romería, envidia de muchas … ¡ojo!, que no quiero criticar a San Pancracio, bastante han hecho Los Terribles por que en Valverde tengamos una romería; pero ¡ya quisiéramos nosotros tener algo parecido!

Continuando por un camino más o menos paralelo a la carretera que une El Terrón y La Antilla, cerca de La Bella hay una carpa de verano que tras rebasarla pronto llegamos al Camping La Antilla (mu feo, por cierto) y junto a éste, encaramado en el acantilado que en otros tiempos formó la costa, junto al residencial de veraneo que posee Sevillana Endesa, se encuentra la Torre del Catalán, que no es más que una de las cientos de torres vigías que surcan toda la costa andaluza.

En poco más de 1 kilómetro se llega de nuevo a La Antilla, comienzo y final de estas excursiones veraniegas.