Reposilla o Reposo … ¡pero sin él!

El compañero bloguero José María, tiene abierto un debate en su blog “Apuntes Valverdeños” sobre si está bien llamar “La Reposilla”, como se suele decir ahora cariñosamente, o “Virgen del Reposo” que es su nombre de toda la vida; no pretendo aquí entablar este debate (si quieren dar su opinión al respecto os emplazo al citado blog), sino dejar constancia de que su nombre, sea cual fuere, ¡ES FALSO! … y me explico:

Por donde quiera que pase nuestra adorada patrona, los desdichados vecinos (sobre todo a los que les guste “una mijilla” el cachondeo) “no tienen cuarté”, es un fin de semana sin descanso, sin tregua, sin posibilidad de recuperación, en definitiva: SIN REPOSO …

(Que conste que las fotos no son mías, sino mangadas del Féisbu de Ciria/EugenioPinturas)

Todo comienza (al menos) una semana antes comprando “los pliegos” de papel para ir haciendo (al menos) 3.000.000 de flores “superbonitas” todas … sobre todo las de "mimami" … ¡no se puede tener más gracia! … lo que nos pudimos reír cuando sacó sus flores “to eschuchurrías” y me dice tó convencía “yo las he hecho como me han salío … sin preguntarle a nadie” … (aún no me explico como se me pudo pasar el echarle alguna foto).

Pero realmente es el viernes por tarde cuando comienza el ajetreo en las calles, ya que todos los vecinos salen a sus puertas para engalanarlas y posteriormente cenar allí con su familia y brindar con los vecinos, amén de echarse alguna que otra foto para el recuerdo.

Esperando a la llegada del primer acto no oficial de las fiestas: la ronda del Coro de Paquillo Mendoza (aunque, como es obvio, ese no sea su verdadero nombre), da tiempo a tomarse algún que otro cubatilla, porque se hicieron bastante de rogar, pero al final llegaron (con las voces cascaíllas, pero llegaron) y bajamos todos los vecinos a la altura del Nº 6 (la casa del Márquez, pa entendernos los nuestros) donde estaba ubicada la mesa al efecto:

Tras ello de nuevo para arriba, volvimos a ubicar “el campo de batalla” en la casa del vecino, el niño ya iba siendo hora de que se fuese con el abuelo a la cama, así que aproveché para ir a por más provisiones y algo de hielo que empezaba a escasear … horas más tarde la “exaltación de la amistad” era evidente, al de la foto posterior no es que no lo conociese de nada, lo conozco “desde chiquinino” pero hacía 3.000.001 de años que no lo veía (más años aún, que flores de las de “más parriba”).

Nos dieron más de las 4, arrasamos con todo lo que había en la mesa, se acabó el hielo de las bolsas (esperamos que el Leman pasara por allí al día siguiente), el de mi congelador y Silvia decía que su abuela no tenía hielo en el suyo … como soy tan incrédulo (y tenía el cubata tan caliente), aprovechando la confianza que tengo en esa casa, me fui a la cocina, abrí el cajoncillo de arriba del congelador y esto fue lo que encontré:

¡¡ HIELO DEL PLEISTOCENO !! (o como se diga)

Ciria asegura en su Féisbu que hasta éste cayó, espero que no le diera ningún chungo al que le cayese el mamut congelao en el cubata …

Pues a las pocas horas de esto ya estaba la diana en la calle tirando cohetes … ¡y bien cerquita que sonaban!, así que a ver quién es el guapo que se queda en la cama … como empieza la famosa sevillana:

“Cuando el tamboril
toca la diana …”

(Continuará …)