martes, 22 de septiembre de 2009
Pasa la bola
Ayer hice un comentario en el blog de Manolo Cayuela donde nombré a mi profesor de 4º y 5º de EGB Don Fernando, fue nombrarlo y venírseme a la cabeza montones de anécdotas de aquellos años. A modo de las “introspectivas” con las que nos ha deleitado Manolo Becerro este verano os intentaré relatar una de aquellas situaciones en las que el miedo y la risa se daban la mano y que, a buen seguro, mis compañeros de aquellos años recordarán.
Antes de comenzar con el relato comentar, para quienes no lo conozcan, como era Don Fernando, ya con el hecho de que aún le siga llamando “Don” da una idea de su persona: era un maestro a la antigua usanza, buén profesor en cuanto a explicaciones y transmisión de conocimientos se refiere (o al menos a mi me lo parecía, tal vez porque por aquellos entonces era yo mejor alumno que él profesor), pero con unas metodologías un poco “arcaicas”. Era de los que mandaban a un niño de 9 años a cruzarse el pueblo para que le echara la quiniela, le recogiera un paquete de Correos (un poco de publicidad a mi empresa) ó simplemente para que comprara “arazú Zara” al cual estaba enganchadito, bueno al “arazú” y a las uvas en aguardiente, que por cierto al final de cada trimestre nos ponía en fila y nos daba una uva en aguardiente a cada uno. Por no hablar de los castigos … todos los imaginables, desde el típico de rodillas mirando a la pared con los brazos en cruz y dos libros en cada mano, pasando por tirones de orejas y regletazos, hasta el más genuino y marca de la casa que consistía en “enfrentarnos” de dos en dos y descargar su ira chocándonos frente contra frente. Imaginen por un momento que vuestro hijo (sobrino o primo) tiene un profesor que lo usa para hacer recados, le da aguardiente y le calienta día si y día también … ¡inaudito! ¿verdad?, pues todavía lo recuerdo con cariño (ya he dicho varias veces que algo de masoquilla tengo).
La clase estaba distribuida en tras filas y en la primera estábamos (ya no recuerdo muy bien el orden): Pepillo (el “utillero” de la Olímpica), Juan Manuel Nieto (hoy farmacéutico), Pedro Luis Lazo (empresario del calzado al que por cierto veré esta semana por aquí, se celebra “Modacalzado” en el Ifema de Madrid y él viene), Ernesto Rodríguez (delineante en el estudio de arquitectura de su padre homónimo), el que suscribe, y a mi lado derecho Francisco Javier Romero (hoy Guardia Civil destinado en Valverde), el resto de la fila no entró en este siniestro juego, aunque ellos y el resto de la clase si que participaron en la risotada general.
Todo comenzó cuando al primero de la fila (creo recordar que era Pedro Luis) le dio una leve palmada en la nuca al que estaba en segundo lugar y le dijo … “pasa la bola”. ¡uuuuuuuuffff!, ¡ya estaba la guerra declará!; ahí va el segundo (creo que Pepillo) al tercero (Nieto, si no me equivoco): “pasa la bola”, pero ya la leve palmada era más bien palmada a secas; el tercero al cuarto … la bola era cada vez más grande y en lugar de dar una palmada ya eran cosquis de contundencia considerable … así hasta que me llegó y recibí semejante guantazo que me quedé con los iodos pitando un rato, acompañado de un susurrito apenas audible … “pasa la bola”. A mi lado Romero, que no se porqué le teníamos todos ganas (quizá el 6º sentidos de los niños nos hacía prever que iba a ser “picoleto” de mayor), con la nuca caliente y la mano con ganas de calentarla … le “indiñé” un ostión que se sintió en toda la clase, tanto que Don Fernando (que estaría seguramente leyendo su periódico) lo oyó y se levantó como un resorte buscando al culpable … ¿Quién ha sido? (todos callan) … HE DICHO QUE ¿QUIÉN HA SIDO? … titubeante y con más miedo que el Bernabeu con un corner en contra, tímidamente levanté la mano y un sollozo salió de mi garganta temblorosa … “yo”, enseguida se dirigió hacia mi lugar preguntándome:
- ¿Qué ha sido eso?
- Es queeee… estábamos jugando aaaaaa …“pasa la Bola”, Don Fernando.
- Pues … ¡trae “pacá” esa bola!.
En ese momento la primera risotada general de la clase, ya que todos sabían de que iba el asunto menos el profesor.
- ¿Qué pasa? ¡Dame la bola!
- No, Don Fernando, no hay bola, es que es un juego que se llama así.
- ¿un juego? ¿y la ostia que he oído?.
- Si es que el juego consiste en darle una “colleja” al de al lado y le dices “pasa la bola” y éste le da al siguiente …
- Y ¿Quiénes eran?
- Pó…. Pepe, Pedro Luis, Nieto, Ernesto, Romero y yo.
Enseguida Romero trató de zafarse alegando que él solo había recibido pero no había dado … y no le faltaba razón, pero cayó también … el final se lo imaginan ¿no?: nos colocó de dos en dos enfrentados y recreándose fue dándonos “chocazos”, lo cual a nosotros no nos hacía ni pizca de gracia, pero al resto de la clase parece que le divertía el sufrimiento ajeno, las risotadas eran continuas y bien recibidas por el profesor … lo que no sabían ellos era que tarde o temprano todos terminábamos cobrando.
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Anda que no han cambiado ná los colegios y el respeto hacia los maestros, tema muy de moda mediáticamente. Yo todavía le sigo llamando a mi profesor de Don, es que me sale sólo, eso era respeto, aunque también es verdad que el respeto se lo ganaban estos maestros a pulso y tus padres te reforzaban aún más ese respeto.
ResponderEliminarEn todos los colegios había en esa época profesores que repartían estopa, yo tuve la suerte de no tener a ninguno de mano larga, aunque sí sufrí algún castigo de los que ahora mismo se ven "inhumanos". Es inevitable recordar esa época con un tremendo cariño.
Jejeje que grande, a mi los profes nunca man "cascao" pero tirones de oreja me llevao unos cuantos, incluso recuerdo a Doña Trini (joe, ahora que lo pienso en el colegio eran todos Don y Doñas) nos cogía por el flequillo y pegando jalones nos decia "este flequillo to lo voy a manda a tu casa en un sobre como sigas asi" jaja eso eran maestros y no los de hoy en dia, que estan tos "amariconaos" (y que conste que es un decir, no me vayan a tachar ahora de homofobo)
ResponderEliminarjajajaja, Yo también he recibido, aunque no tirones de orejas sino de coletas de Doña Ana (A esta sinceramente no la recuerdo con cariño) no me dolian tanto los tirones de coletas como el trato que me daba dejandome en riduculo en muchas ocasiones, eso si que me dolia. Después me cambie a un colegio mixto, el de antes era solo de niñas, y en el mixto jamás me han dado estopa, todo lo contrario todo era respeto. Aunque algunos profes tenian fama de darla como Don Alcaría, Doña Anita, etc...
ResponderEliminarUn saludo
Maria
Illo josemari, cada vez que he estado en alguna reunion hablando de los profesores de antaño, he contao esta historia y me sigo partiendo de risa, me acuerdo como si fuera ayer de ese momento jeje. Por cierto, cuando nos veamos te voy a contar otra historia de D. Fernando con el bueno de Leon por si no te acuerdas que tambien es para darse una buena de reir jeje.
ResponderEliminarMe ha gustao mucho este recordatorio, aqui tienes un buen filón para tu blog y ademas nos vamos a dar una buena de reir.
SajurbaC
Bueno, bueno, bueno, llevo toda la mañana de reuniones y ahora que llego veo 4 comentarios y de los que tienen "miga", me alegro de que os hayáis sentido (más o menos) identificados con él y que os haya llegado (también más o menos) lo que os quería transmitir, ya que tenía ciertos reparos en hacer una entrada parecida a las de Manolo Becerro, y claro, él tiene mucha mejor pluma que yo. Vamos por partes ...
ResponderEliminarApuntes Valverdeños (José María, ¿no?) qué razón tienes en lo del respeto, pero donde más razón llevas es el refuerzo de los padres, hoy va un niño llorando para casa, y no digo al día siguiente, a los dos minutos tienes allí al padre, la madre y el cabo de la Guardia Civil pidiéndole explicaciones al profesor.
Coño, Vera ¿también te ha cogido a ti Doña Trini? Ella fue mi profesora de 1º a 3º, pero no recuerdo que pegara, yo la tengo más bien como en un altar, santificada, le tengo un cariño muy especial. Aún hoy paso algo de la “vergüencilla infantil” cuando la saludo.
María, será casualidad o que hemos ido todos a los mismos colegios pero también fui alumno de Doña Anita, esta también tenía la mano “distraída”, aunque a mi no llegó a tocarme, sobre todo lo que tenía era un genio de “aupa”, aunque también hay que decir a su favor que la recuerdo como una buena profesora. Alcaría no llegó a darme clase, pero si algún maestro tenía el record en “anécdotas” era él y de todos los tipos (guarrerías, tortas, tizazos, etc) y de los alumnos contra él ...
Sajur, jeje, esta historia es que es la clásica … la de Miguel es la de la puerta ¿no?, recuerdo el final pero no sabría contarla entera, no se ponerla en situación, así que te tocará refrescármela cuando nos veamos. Si que es verdad que es un buen filón … ya irán saliendo.
Saludos a todos.
Veo que te acuerdas tambien de la anecdota de Migué jeje es que es mu buena tambien, ya la recordaremos cuando nos veamos y nos vamos a reir tela.
ResponderEliminarSajurbaC
Me he confundido, la que recuerdo que daba collejas en el mixto era Dña. Maruja y el colégio era Los Molinos.
ResponderEliminarComo anecdota os cuento que en el colegio que era solo de niñas a las profesoras xq solo habia profesoras las llamabamos señoritas, jejeje. Sobre la que nos podia caer en casa si tus padres se enteraban que habias hecho algo en el cole..... "igualito que ahora vamos" y todos recordamos aquella epoca como maravillosa.
Ah y para el corrector me como los acentos xq tengo hambre.
Maria
Oye, María, po es verdad, dónde anda ese hoy ... CORRECTOOOOOOOOR, MANOLITOOOOOOO, venga hombre busca ya alguna falta que te echamos de menos. No será que no hay faltas y se ha quedao "colgao" ... no, no creo, en un relato tan largo tiene que haber unas pocas faltas ... C.A.MANOLITO, venga hombre no te hagas de rogar.
ResponderEliminarDoña Trini no pegaba, pero el flequillo con ella crecia que daba gusto..xD
ResponderEliminarQue buenos tiempos...ahora los recuerdas y te ries, creeis que los nenes de ahora se acordaran y sacaran la sonrisa de sus años de primaria?
Hombre, seguramente si que se acordarán de ciertas cosas, pero cuando lleguen a los 30 van a tener muy pocas anecdotas que contar, ya que los padres de hoy (entre los que me incluyo) no los dejamos salir a ninguna parte solos, aunque así, cuando llegan alos 14 ó 15 no hay quien los retengan y están hechos unos fieras.
ResponderEliminarNo hay que estar aburrido para buscar las faltas. Una persona que sabe leer ve las faltas sin necesidad de pasarlas por el corrector de word. Cada uno que piense lo que quiera. Cuando tu hijo te pregunte alguna vez cómo se escribe algo, le dices que no sabes y punto, que no importa, que se coma los acentos y ya está, y que le diga a quien sea que lo hace porque tiene hambre y que luego se ría, total... qué más da si acaba doctorándose en letras si saber escribir... éste es nuestro país y nos lo cargamos cuando nos apetezca.
ResponderEliminarDe aquellos maravillosos años queda lo mejor compañeros de castigos ,nosotros que podemos contarlo.Yo escribiria un monton siempre con faltas de ortografia por no tener corrector, no, por no saberlo utilizar.
ResponderEliminarYo os recuerdo que Don JUAN LUIS decia el que tenia el record de tortas y nada mas empezar por las mañanas ,se calentaba las manos en nuestras mejillas , eso si, no te daba por na claro, pero cogia a los que menos estudiabamos y empezaba a preguntarnos.Por muchas tortas que me dio no fue nunca capaz de hacerme estudiar en condiones y eso que cuando me ponia aprovaba, pero me lo pasaba mejor jugando, para que os voy a engañar.Bueno el del record, tenia tan maestria que no fallaba una torta (Y... como para fallar,cuando quitabas la cara pal lao,te daba dos por haberla quitao),asi que habia que aguantar firmes sin saber por donde te vendria el ostion (Segun lo cogieras de enfadao) ahora cogia y con un deo levantado ,te hacia seguirlo con los ojos y sin pestañear hasta que¡tras!,otras ,te amagaba con una mano y de repente,¡toma castaña!,pero nunca pudo doblegarnos y eso me duele ahora de no haberle atendido en su dia ,estoy completamente seguro que de haber cambiado mi actitud , hoy mi vida hubiera corrido mejor suerte.Aun le sigo teniendo cariño y le saludo cada vez que lo veo.
Antonio DS.
Me he acordado en esta anecdota de dos cosas que me he jartao de reir:
ResponderEliminar- Esa "niña campana" diciendo: dice Doña Pepita que me de usted una uvita.
- El Pare con 4 o 5 añitos detra nuestra para que jugásemos a "Don Fernando", que consistia en que él hacia de profesor gruñon que solo hacia castigar y gritar (la imagen que tu le habias trasmitido).
Muy buena entrada, que me ha hecho acordarme de esos miticos profes del cole: Doña Trini, Don Juan,Don Maximo, Don Jose Luis y alguno que otro que desgraciadamente ya no estan con nosotros (pero que siempre recordaremos).
primo me dice le poleo que lo peor era cuando quedaba uno de pico se daba con el,muchos vesos
ResponderEliminarjejeje, es verdad, el Poleo también fué sufridor suyo, ya no me acordaba de él. Menos mal que te has animao a poner un camenterio "Zulu", jajaja. (por cierto, como pase C.A. Manolito por aquí te funde ... ah no, que has querío poner muchos "versos" solo que te has comío la "r", ¿verdad?)
ResponderEliminarMimama, no era solo la imagen que yo transmitía, es que D. Fernando era así. Y qué decir de la niña campana ... recuérdaselo a León o Ernesto cuando los veas por ahí, verás que buen ratillo echas con ellos ...
Antonio, si es que nos ponemos a hablar de aquella época y no paramos (mira el peazo comentario que has dejao). Por cierto también fuí alumno de D. Juan Luis, en el colegio y luego repaso en su casa (donde tenía los pupiteres antiguos con tintero, del "cuéntame"), pero creo que a él le pararon los pies en cuanto al "pegamento" se refiere, con nosotros estaba muy suave, menos cuando alguno lo sacaba de sus casillas, pero a las manos pocas veces.
Anónimo: ya no se en que bando andas: empiezas criticando al que busca ortografía y terminas diciendo que como no enseñemos a escribir a los niños nos cargamos el pais. De una cosa estoy seguro: es más importanse tener las ideas claras y saber expresarlas que decir sandeces inconexas gramaticalmente correctas. (Ahí queda eso)
cuando quedaba uno de pico le daba a la pizarra jejej y como dice Tumana, que nos reiamos con eso de "dice doña Pepita que me de una uvita" a que si Josemari? q eso te gustaba a ti tela, no se reia na el tio con eso!!!
ResponderEliminarSajurbaC
Illo, es que la pobre niña era como pa dedicarle una entrada a ella solita: de belleza dudosa, de carnes abundantes, de gafas al más fiel estilo "Barragán" y de ropajes a la última moda (la última de los años 60, por eso era lo de campana ¿no?)... y para colmo todos los dias la msm frase con la misma entonación, era como el que se aprende una canción, allí estábamos todos esperando a que la soltara... "Dice doña Pepita, que si me puede dá una uvita" jajaja, las risotadas llegaron a ser tan escandalosas que D. Fernando las cortó de raiz infingiendo algún castigo, que aunque no recuerdo cuál fué pero si puedo asegurar que surtió efecto porque a partir de entonces la risitas eran "caún, caún y por lo bajini".
ResponderEliminarel pueblo está revolucionao con este articulito, to el mundo comentandolo jeje.
ResponderEliminarSajurbaC
¡No me jodas! jajaja, ahora que tampoco pretendo hacer sombra a lo de "cabrón-hijoputa" que de eso se debería hablar más.
ResponderEliminarRomero me ha comentao esta mañana otra anecdota de D. Fernando, jeje, no me acordaba, cuando le endiño semejante cachetazo a Pedro Rivera que lo tiró de la silla y le rompio el labio jajaja
ResponderEliminarTambien nos dimos una buena de reir.
SajurbaC
Y nos reimos ... ahora le parte un profesor el labio a un chaval y creo que no se libra de la carcel.
ResponderEliminarMe acuerdo de otra, era principio o final de curso, porque estaba la clase sin mesas ni sillas, totalmente expédita, así que nos pusimos a jugar al futbol dentro, con tan mala suerta que Luis Orta le dió un balonazo a un cristal y lo partió ... todavía creo que tiene marcados los dedos en la cara, jeje ... y nos reimos).
Una falta en un texto tan amplio: la Clase estaba distribuida en "tras" filas. Es que eres cordobés o qué?.
ResponderEliminarA María, a tí no te corrijo porque no tengo tanto tiempo libre como para perderlo, yo sólo tengo la exclusiva con Catum, así que ponerse en contacto con él se queréis mis servicios.
C.A. Manolito
me encanta ver como muchos recordamos con cariño aquellos tiempos. nos hacemos viejos señores....pero seguimos teniendo la amistad que nos unió ante el peligro......
ResponderEliminarCAM. ¡un poco de criterio, hombre!, eso bien sabes que no es una falta ortogográfica, sino tipográfica ... y eso pasa hasta en la RAE.
ResponderEliminarAnónimo, igual si que tenemos amistad, pero si no se quién eres ... difícilmente. Ahora, que viejos si que nos hacemos, ehn? ... y rápido.