No, no os voy a hablar del partido del R. Madrid contra el Olimpic de Lyon (para eso tenemos al amigo Jairo y su blog), el tema, como suele ser habitual en “este nuestro blog”, es mucho más mundano …, se trata del “grito de guerra” que allá con 15 añitos (todavía sin novias y más vírgenes que una TDK sin sacar aún del envoltorio de plástico…) nos repetíamos sábado tras sábado:
¡ESTA NOCHE FOLLO! … (y mañana “Fatatas”) …
… y a veces nos motivábamos tanto que hasta nos lo creíamos … ¿Dónde iban a encontrar hembra dispuesta unos imberbes (palabra inculcada a todos los del grupo por el gran “Dj Vandy”) que no sabían ni cómo se cogía una teta … y eso hasta los niños de dos años lo saben hacer a la perfección, si no que le pregunten a “mi Iván” que está ahora enganchaíto con ello - “ojú que niño más pegajoso” - dice “por lo bajini” la madre…
Además, si saliésemos a ello con los 5 sentidos, tal vez incluso lo hubiésemos conseguido (o al menos el primer paso), pero ¡que vá!, íbamos por una ruta totalmente equivocada: la primera parada era el “Kiosco del Piché”, botella de Martini caliente “clavá” al trago en el Grupo Escolar y ya bajábamos la Calleja chapurreando canciones en anglosajón (que nada tiene que ver con los “zahones para montura inglesa” … si es que los hubiere)… los vecinos nos debían de tener la hora cojía: “eah!, ya han pasao los majarones pabajo … ¡niñaaa, ya nos podemos acostar!” …
¡Quién te ha visto Calleja y quién te ve!, lo que en tiempos fue un centro de la movida, no solo valverdeña sino comarcal … una concentración de pubs y buen ambiente (en general) nunca vuelto a repetir por nuestro pueblo:
- “El 56” (creo que ese era el número … vamos, lo que anteriormente fue “la Freidura”),
- “El Taponazos”, que cambiaba de nombre y propietario como a cada dos minutos … y que no nos dio por entrar allí hasta que el Wiky no lo empezó a trabajar …
- La gran “Casablanca”: luego cambiaron el letrero de la puerta y fue llamada por muchos, entre los que me incluyo, con cierta guasa “ZOCASABLANCAZO”…
- El efímero “El Cairo” (Hoy Boston Burguer): ya dije que el buen ambiente era general y aunque las drogas, creo que corrieron por todos ellos, éste lo clausuraron ,según creo recordar, por ese motivo.
- Por último, al que más solíamos acudir, el pub sin nombre (realmente nunca llegó a tener cartel informativo alguno) que sin embargo, rápidamente tomó el nombre de la madre de los propietarios, la cantante valverdeña Chili, el mítico “Chilipub” (apú, apú …)

En la imagen se ve (a duras penas) la barra del patio, el cuál desde que lo abrieron (casi) tenía más éxito que el propio interior del local … y eso que entonces se podía fumar dónde te saliese de los “pulmones” …
Además se ve otra cosa curiosa: la camiseta “Equipaje” … la cuál me indica que esa foto es, al menos, un año posterior a los hechos genéricos narrados, porque si no me falla la memoria, me la regalaron “las niñas” por mi 16 cumpleaños …; pero lo más curioso no es eso, sino el hecho de que todavía ¡esté viva! …

… y aún más curioso: ¡¡¡ que me esté buena !!! … bueno, más bien que me pueda meter en ella …; aunque hay que reconocer que las cosas buenas, no siempre, suelen salir buenas … y esta pobre camiseta creo que se ha ido adaptando a los cambios de mi cuerpo con el paso de los años …
Dejándo atrás “la moda ochentera”, sigamos con la “ruta del sábado”, que como siempre acababan en la más que llorada “Discoteca Patton”, previo paso por “La Bolera” o “El Candil” a tomarse aquellos “pucheros extremos” de los que hablamos en su día (primero el aguardiente y cuando te quemaba la garganta, el agua …), las típicas mistelas, los botellines (incluso calientes) o algún que otro cubata, por supuesto a mitad de precio que en la Patton …
¡Así acabábamos! … TODOS … un fin de semana le tocaba a unos y al siguiente a otros … aunque hay que reconocer que algunos teníamos cierta “debilidad” … así, ¿cómo íbamos a lograr nuestra meta, vitoreada cuál equipo de baloncesto al acabar un tiempo muerto, antes de salir “de caza”? …; para terminar una frase que tengo grabada a fuego de quién por entonces era mi “sombra”, mi “alter-ego”: el Ñeco, mi Primo, “Don Peo” o cómo quieran reconocerlo …:
“Illo, hoy no vayas a dar mucho porculo que estoy ligando con la Tere …, así que como te emborraches, hoy no te llevo pa casa, que ya te llevé la semana pasada …, avisas a tu primo José Luis y que te lleve él …”
Es que el “joío” me conocía mejor que mi madre …, al poco rato ya andaba detrás de Jose Luis: “primoooo, llévame pa casa” …
(… y mañana “fatatas” …)