¿Qué pasó con…?

Leyendo una entrada de la amiga Gloria en su blog Pasa la vida (o Volando Mariposas) (ver), escribió un relato de una tal Ernestina de Champourcín (aun a riesgo de que me llamen inculto: “en su casa la conocerán”) no tuve más remedio que acordarme de aquellos “Chambourcí” de chocolate y nata que me compraba Mimami en el super de la Calleja (donde hace unos años se instaló provisionalmente la Relojería Moreno).

Peleas había en mi casa por comérselos cuando quedaban uno o dos (somos tres hermanos) … así que solución salomónica (y económica): “¡ya no se compran Cambuorcís! … el que quiera arroz con leche …”; pero nada de Danone, que por entonces ni se vendían, sino de los que cuando le salían un poco duros (bastante duros, bastantes veces) le tenías que echar lecha para que eso se pudiera digerir … (José Luis, ¿te acuerdas del arroz con leche de La Antilla? … jajaja … a las tres de la mañana que llegamos “medio afectaotes” había que comerse un vaso de ello, pero estaba que doblaba cucharas … “tita, ha salío un poquillo durillo el arroz ¿no?” …)

Y ya puesto a recordar, ¿Qué pasó con?:

- Los Nebrix Oro, esos pastelitos que costaban dos duros (no es que fuesen baratísimos, sino que costaban diez pesetas … vamos, que eran baratísimos …), nuestro alimento predilecto en los recreos del Grupo Escolar, ya que tan solo había que cruzar la calle para comprarlos en la tienda de Garrido …

- Los Yogures Yoplait, más famosos incluso que los Danone en su épcoca. Gracias a ellos tuve un campamento indio completo y el capitán pirata de los “clips” (que ahora tampoco se llaman así, sino playmobils).

- El Pralín, 20 veces más rico que la odiosa Nocilla de dos sabores, odiosa porque al ser yo el mayor de mis hermanos siempre tenía que ceder para dejarles a “los pequeños” la parte blanca … (en otras casas la pelea era a la inversa, pero la cuestión era pelear por la joía Nocilla …)

- El más que aromático café en grano y los molinos eléctricos de café que tantas cosquillas hacían cuando realizaban su trabajo. Mi añorada abuela (Josefa) hasta hace pocos años lo siguió usando porque decía que una vez compró un paquete de café molido y cuando fue a cogerlo “estaba duro como un cuenno” … (realmente estaba bien, pero al estar envasados al vacío, se pone duro el paquete y ella creía que estaba “como un cuenno”).

- La leche “Cunia del día” que, a parte de estar riquísima (igualito que las de ahora), apodó a toda la extirpe de quienes la repartían en el pueblo … porque habrán vendido Kas, Pepsi, ropa deportiva e incluso drogas (que no es que los esté acusando … “es un poné”…) pero lo de “Cunia” no hay quién se lo quite ya …

- La varias veces “reeditada” “Mirinda”, causante de multitud de dolores de barriga infantiles sobre todo en las BBCs por la ingesta masiva (menos mal que no tenían alcohol …).

- El “Lomo trufado” o el salami que antes no se llamaba ni así, sino directamente por la marca: “Mina” … ¡qué cosa más rica!: un “naranjito” de Peteco untado con mantequilla y luego “un gorpe de Mina” … si merendásemos eso ahora todas las tardes, en dos semanas estábamos ya pidiéndole a Diego Félix (por ejemplo) la dirección de la tienda donde compra la ropa …

… Y como empecemos con la chucherías … ¿empezamos?:

- ¿Alguien sabe algo de los míticos chicles Cheiw(“…chinco, coXX”)? … ¿y los Bang-bang? …, por lo menos los Boommer sobreviven con los “kilométricos” … aunque, ya es imposible hacer globos como los de antes, de esos que como un graciosillo te lo estallara en la cara tenías un ratito de entretenimiento para quitártelo de las pestañas, cejas …

- ¿y las pipas, que ya na más que hay Piponazos?, ¿Qué ocurrió con las Sayma, Sol o Kelia?

- Los Peta-Zetas, los caramelos de Drácula, las pachangas Kojak con su chicle autoendurecible a los 5 segundos …

Yo no se ustedes, pero a mi me está entrando un hambre de tanto hablar de comida …