Se acabó la ola de calor

(Al más puro estilo de nuestro contertulio “Delfín Hasta el Fin”, que primero te quita y luego te da…)

Si, queridos catumberos, a pesar de que hoy en buena parte de España se superen ampliamente los 40 º C. a la sombra, desde que el árbitro húngaro (donde hay mucha tradición arbitral, por los cojXXX) pitara ayer el final del partido, proclamando así finalista de la copa del mundo, por primera vez en su historia, a nuestra selección, desde ese preciso instante, cesó la ola de calor … o al menos el hablar de ella.

Ya nos importa un carajo (si, esta vez con todas sus letras) que los termómetros de mercurio revienten por entrar en ebullición su metálico líquido, o que los digitales se queden clavados en los 50 al no estar diseñados para marcar más temperatura; que los pajaritos caigan como hojas secas de sus nidos; que los ancianos tengan que vivir un particular encierro estival por salvaguardar su escasa salud; y que en los bosques de toda nuestra patria salte la chispa para arrasar con millares de hectáreas de gran valor ecológico tan vulnerables en el estío … nos importa un carajo porque nuestra selección ha llegado a la final.

Hoy “nos la trae al fresco” (si esto es posible) que la diplomacia española haya cosechado un gran éxito (cosa que, por desgracia, tampoco es muy común … casi es más habitual que lleguemos a la final de un mundial …) al conseguir que el régimen cubano se comprometa a liberar a más de medio centenar de presos políticos, acarreando consigo un poco de sensatez del disidente Gullermo Fariñas, quien tras más de 120 días en huelga de hambre y sed, consiente ahora el beber un poco de agua … pero todo eso “nos la trae al fresco” porque nuestra selección ha llegado a la final.

Que empresarios de pocos escrúpulos se estén jugando la estabilidad del sistema financiero andaluz por la guerra de bandas desatada entre las dos cajas más potentes por quedarse con la “débil” tercera en discordia, todo ello con el aliento y el beneplácito de los de traje chaqueta con colmillo retorcido, políticuchos de medio pelo, copa de Brandy y puro, que observan la sangría desde la barrera, esperando, por supuesto, sacar tajada de ello … pero hoy esto no nos llama la atención porque nuestra selección ha llegado a la final.

Mira que me llevé ayer una alegría (aunque aún no me lo creo) al leer en la página del amigo Cayuela que Cejudo podría dejar (por fín) la alcaldía valverdeña para irse a tomar porcuXX … ejem, perdón: a tomar posesión (eso sí) de la Presidencia del Puerto de Huelva … incluso los hijos de “Valverdelibre” nos vemos abrumados por la alegría de que nuestra selección ha llegado a la final.

Ni el mismísimo deporte es capaz de hacer hoy sombra a su desarraigado hermano … y eso que los hay de primer nivel y de los que gustan en España. Por ejemplo hoy empieza la alta montaña en el Tour de Francia, otrora cita ineludible incluso de quedadas (y sin usar SMS) para ver volar sobre sus máquinas primero a Perico y luego al gran Miguelón; ó el deporte de moda en los últimos años, al que todos nos hemos aficionado gracias a la aparición de una megaestrella española: hoy comienzan los entrenamientos de F1 en Silverstone … y mira que ese Grand Prix está calentito por el servido pique Alonso / “Putonegro” … pero hoy tampoco nos importa el deporte porque nuestra selección ha llegado a la final.

Pero al fin y al cabo, todo esto es porque:

¡ ¡ ¡ ¡ ESPAÑA ESTÁ EN LA FINAL DEL MUNDIAL ! ! ! ! ...

… y eso es lo más importante … ¿o no?