El Mono Caníbal

Parece que los niños y chavales de ahora han perdido todo el interés por divertirse, prefieren aburrirse en el banco de un parque amasando una pelota de fútbol en sus pies o simplemente lo que hemos comentado en más de una ocasión: encerrarse en su habitación para tener una larga lucha con el monitor del PC, PS3 ó Wii de turno … y eso que no les falta de nada, ¡lo que hubiese dado yo por tener una batería y un piano como los que tiene mi hijo! … pero en realidad tampoco les envidio, estoy absolutamente convencido de que nosotros hemos disfrutado más de nuestra infancia y pubertad de lo que lo hacen ellos.

Uno de los entretenimientos más habituales en nuestra generación, de éstos que iban por rachas o “fiebres”, que se repetían cada año o “cuando diera la picá”, era el de los cromos, horas y horas dedicadas al “tengo, tengo, tengo …NO TENGO …” y al trueque … podríamos simplemente afirmar que con ellos aprendimos ¿qué era negociar? Y cómo llegar a un trato justo para ambas partes: “te cambio este tal cromo (que sale poco) por cuatro de los normales que yo no tenga…”

Había colecciones para todos los gustos y colores. Para niñas eran todas de color rosita, de Barbie y “pamplinas por el estilo”, para niños ¿cómo no? De fúltbol (miren si han cambiando los tiempos que ya estos no hay que comprarlos en "Alamillo", sino que te los da ¡¡el Banco!!… ); pero había muchos para ambos sexos: de dibujos animados (Willy Fog ó “V”) y el que os quiero recordar el álbum de “Los Monstruos” ...


Aparte del trueque propiamente dicho, había un juego incluso más popular si cabe con los cromos, que consistía en apoyarlos en una pared a la altura del zócalo y desde ahí dejarlos caer al suelo; el primer jugador soltaba su cromo, luego repetía el gesto el segundo … así hasta que uno de los cromos lanzados cayese encima de uno que ya estuviese en el suelo, aunque solo pisase un piquito ya se consideraba ganador; quién consiguiese esto se llevaba todos los cromos que estuviesen en el suelo.

Este juego era muy bueno sobre todo para comenzar las colecciones, cuando aún te faltaban muchos por rellenar, ya que nadie tiraba de la pared los cromos difíciles de conseguir; pero llegaba un momento de la colección en que jugar a eso era absurdo porque ya los teníamos todos, al falta de muy pocos y sobre todo del que nunca salía en el caso de la colección de los Monstruos era “El Mono Caníbal” …


Tuve la suerte de conseguir dos veces el dichoso Mono Caníbal (aunque no en todos los sitios era éste el que faltaba, porque he leído en varios blogs que el que les faltaba siempre a ellos era un tal “El Carroñero” … pero yo estoy totalmente convencido de que en Valverde era El Mono Caníbal) ; una vez me tocó en clase y de lo contento que me puse se enteró el profesor… al explicarle el tema me ayudó a completar la colección y en menos de media hora de clase ya la tenía terminada. Además por cada colección que completases te enviaban una sudadera de ET … “¡toma ya!, ¡peazo premio!” … pues anda que no he disfrutado y presumido yo nada con ellas puestas …