Los refranes de “Mimami”

A buen seguro que esta entrada no será la última en que hable del particular “refranero” que mi “santa madre” utiliza casi a diario, porque hoy se me han venido a la cabeza un par de ellos, pero la lista puede ser interminable … (las imágenes son simplemente decorativas):

“Me aburro pero me aguanto”: en la adolescencia, cuando pegamos ese gran y definitivo estirón, pasamos por una etapa en la que parece que no podamos con nuestros nuevos y pesados cuerpos, nos entra una “perreza absoluta”, siendo capaces de pasar (sobre todo en verano) días enteros tirados en el sofá tragando ingentes cantidades de telebasura juvenil … es en esos momentos cuándo mi madre me decía: “Me aburro … pero me aguanto”, aludiendo al hijo de un antiguo jefe suyo (creo), quién era algo “especial” y no trabajada, por lo que se pasaba todo el santo día dando bandazos por el taller de aparadoras … y claro, éstas, hasta los mismísimos (si tuvieran) de aguantar la “barrila del tontito” (¡a tomar por saco las formas!), le preguntaban: “Manolito (por ejemplo … es que no recuerdo el nombre) ¿tú no te aburres?” … (ya saben lo que respondía).

“¡Inmaculada, Inmaculada!” … No se la gracia que le hará a la aludida cuando se entere (porque seguro que alguien se lo cuenta), pero tampoco es nada ofensivo … os cuento: Inmaculada es una amiga de Mimami que no tiene hijos y … ahora es cuando verdaderamente entiendo el significado de esa expresión suya, por cierto tan repetida en aquellos años en que sus tres hijos, apenas separados por 5 años de edad, eran capaces de ir cantando en el coche más de una hora (el trayecto, por entonces, de Valverde a Mazagón o el Cruce) una “melódica” canción (a grito pelao) a coro, con una letra tan profunda como: “la playa, la playa, la playa, la playa, la playa la playaaaa … (y así hasta el infinito)”; o llevarse días, semanas y meses discutiendo por gilipolleces tan grandes como el sitio de cada uno en el sofá (sobre todo en la playa) … y por no nombrar, en esos días lluviosos de carnaval en el campo, las interminables e irreconciliables partidas de Monopoly … otro de esos magníficos “juegos educativos”, éste te enseña a ser avaricioso …