Nochevieja “de cine”

No crean que es cosa mía este calificativo “de cine”, éste es el eslogan que usaron los organizadores del evento, además de ser la fuente de inspiración y la meta de ésta edición de la FIESTA DE LA SIERRA.

Como tengo muchísimas fotos (pa eso saqué la cámara) no voy a relatar demasiado, serán ellas las que describan, más que mis palabras, lo que sucedía a mi alrededor:

Tras cenar con la familia política (o “requetepolítica”, ya que se trata de la familia política del primo de mi mujer … total, que casi ni los conozco …):

Pasadas la 1 nos dirigimos a la Plaza de Toros, que así lucía su fachada principal:

El vomitorio de acceso al ruedo (no sean malpensados … que no digo yo que a altas horas de la madrugada no hubiera por ahí más de un vómito, pero vomitorio se llama cualquiera de los accesos de público a las gradas o ruedo), así de espectacular lucía, incluso había un auténtico antiguo proyector de cine:

En la entrada, en lugar de dar la típica (y cutre) bolsa de cotillón, aquí, para dar de paso más ambiente cinematográfico, daban unos sombreros: ¿Qué tal este negro?

No, me queda chico y además tiene mucho brillo … este de cuadritos que es más hortero:

Pasamos dentro, aún no había mucha gente porque era relativamente temprano y la marabunta de chavalillos estaban rodeando la plaza en sus respectivos botellones, pero mejor, así pude disfrutar y fotografiar la suntuosa y curradísima decoración. Este es el aspecto general de la plaza desde una balconada de la grada (a primeras horas):

Había 6 barras regentadas por sendos locales de la zona y cada una de ellas estaba decorada como si de un plató de cine se tratase, con focos, imitaciones de estructuras y motivos de películas, incluso todo el perímetro de la plaza era un mural cinematográfico en círculo. Os pongo algunos detalles:



Hasta el mismísimo José Luis Torrente hizo aparición por allí … no sé, yo debo de andar “con la vena un poco suelta” pero esta fue la pose que se me ocurrió:

Vean otro ejemplo de lo profusa de la decoración: el acceso a los baños … si en lugar de ir a mear parece que te van a entregar un Oscar … “así da gusto” …

Pero poco a poco aquello se fue animando, por dos motivos: el chavaleo comenzó a entrar en tropel y las copas iban cayendo una tras otras al ritmo que marcaba la Corporación Municipal (casi en pleno) y la buena música que hasta ese momento estaban pinchando … valga para ejemplo el siguiente video:



Donde hacía apenas dos horas había un ruedo vacío, ahora, pasadas las 3, aquello estaba “a tentemonete”, “bordo por raya”, “jibiaíto”, vamos …

“¡Ostiaaaaa … la que está aquí liá! … voy a hacé otro video pa que mi gente lo vea bien”:

… y haciendo un esfuerzo titánico me acerque a ver a las gogós … pero como pueden comprobar habían más tíos que tías … bueno, po pa “mis chicas” (que también andan siempre pidiendo “carnaza”):

Aquellos fueron los últimos ratos de Plaza de Toros para mi, porque pasadas las 4 se fueron “mis familiares” y al poco rato, rondando las cinco (imagino, claro, porque sin llevar reloj y tomando copas es fácil perder la noción del tiempo), la Corporación de fue disgregando y al final me quedé solo con uno de los que menos conocía, así que llegó la hora de irse …

… pero no a casa … me dijeron que habían visto a unos amigos (el frutero) en un pub de los que circundan la Plaza y aunque me costó dos intentonas, al final los encontré al fondo del garito:

Y me costó encontrarlos porque no vean como estaba también aquello: “hasta las mamas” … y además ponían mejor música, ya en el interior de la Plaza llegó el momento del “Bacalao non Stop” y esa música un ratito vale, pero “non stop” no hay quién lo soporte … así que allí me quedé con ellos hasta pasadas las 7 (ya se veía en la calle).

En definitiva, lo pasé lo mejor que pude, estaba todo genial tanto de preparación como de ambiente, pero … si hubiesen estado aquí ustedes … no digo ya “de cine”, sino que hubiese estado “DER CARAJO” …