Aunque nací y pasé mis primeros años de vida en el Nº 3 de la Calle Murillo (casa de mis abuelos paternos, qepd), como muchos de ustedes sabrán en la Calle Granada (Barriada Andalucía) es donde he crecido y he vivido hasta que llegó el día de independizarse, un poco tarde todo sea dicho (a los 30 años) pero me fui ... sin señalar a nadie, aún los hay viviendo allí con mis padres.

Con los vecinos de la casa adosada a la nuestra había una relación muy especial, éramos como hermanos pero viviendo en casas contiguas; nosotros entrábamos en casa del vecino como si de la propia se tratase, sin llamar hasta la habitación del que anduviésemos buscando; donde nos pillase la hora de merienda ... allí merendábamos todos indistintamente del apellido que tuvieses; los Rosa Blanco y los Vázquez Arrayás hemos tenido una infancia muy unida y lo dice, quizá, quién menos hermanamiento ha tenido, ya que mi hermana con Camelia y “el Pare” con Miguel han sido algo más que primos sin serlo, más que hermanos sin serlo ... como se suele decir “uña y carne” ... lástima que la vida de adulto sea como es y nos separe a todos: “tu a Boston, yo a California”.

Claro ejemplo de ese hermanamiento son la dos primeras fotos una tomada en casa de los Rosa y la otra en la de los Vázquez, concretamente en ese columpio (que todavía vive) donde creo que nos hemos columpiado media generación del 74, 76 y 79 (al menos del Menéndez).
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Miren que dos ... ¡pá comérselos!, “hermanos de calle” ... ¡y qué me dicen de la cara de bueno (por los cojxxx) que tiene el “Schuster” como le decía nuestro abuelo. ¿Y Miguel? ... ¡lo que lo teme mi mujer!, cada vez que nos vemos esporádicamente alguna noche por ahí acabamos bastante desmejorados, ¡pero cajaxx!, muy feliz de echar un buen rato con mi querido vecino.
Pero no crean que éramos los únicos niños de la calle, ni mucho menos allí nos juntábamos muchas tardes mas de 12 ó 15 niños, divirtiéndonos con mil y un juegos “de pateo”, nada de “ocas” ni “Monopolys” (estos se dejaban para cuando llovía), ni mucho menos videoconsolas ni ordenadores (que por entonces ni existían), nuestros juegos eran (a bote pronto): Las 4 esquinas, el Cerque, Comba, elástico, rayuelas, 10 juegos (con la pelóta y el elástico), el “tirá patrás”, los 21 de baloncesto en las rejas de las traseras de las casas con una pelota de tenis, un híbrido entre “las casitas” y “los coches” dónde pintábamos una auténtica ciudad en la acera, así jugábamos todos juntos, ellas pensando más en sus casitas y nosotros dando vueltas con nuestros coches, etc, etc, etc. Como ven jugábamos tanto a juegos mal llamados de niños como de niñas, integración y respeto total ... y sin necesidad de ningún tipo de Ley de Igualdad.
En definitiva, ¿veis algún niño obeso en la foto? ... pues eso “tol santo día carzoneando por ahí” ¡como para coger sobrepeso!.
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Os nombraré al “equipito” por si reconocéis a alguien, aunque algunos como yo apenas hemos cambiado ...
La primera de la izquierda por arriba: Silvia Rite, contertulia habitual de este blog, que en las últimas semanas se está convirtiendo en un auténtico “foro de nostálgicos”.
A su lado con dos hermosas coletas al más puro estilo “Pipi Langstrump”, Carolina Márquez.
En el centro de la fila superior Espititu Santo ... no es que se nos apareciera con lenguas de fuego, que aunque fuésemos buenos no creo que llegásemos a la santidad ... simplemente es que esa chiquilla se llamaba así, bueno se seguirá llamando así pero hace muchos años que le perdí la pista.
La rubia es Beatriz Ramírez, hija de Elin Von Munthe Af Morgenstierne y Jesús Ramírez Copeiro del Villar (no me pregunten cómo puedo acordarme de los apellidos de sus padres, porque ni yo lo sé, simplemente me acuerdo).
La última de arriba es mi hermana Ana, con su peculiar “pelaillo a lo macho” que tanto odiaba.
Ya en la fila inferior, el primero de la izquierda es José Miguel Cejudo Padilla, otro gran amigo de la infancia, cuya amistad ha quedado para un simple “eah, vamos” cuando nos vemos.
Con la ya “clásica” blusilla azul de Josindo (Philips K-12), el “jaspabolinches” por excelencia, D. José María Márquez Gamonoso.
Luego servidor,, con su no menos clásica blusa de “Comando-G” y el peinaillo hortera de los primeros ochentas.
Para terminar mi hermano Luis Carlos mirando a su adorado amigo Eric Ramírez, hermano de Beatriz.
Ni están todos los que son ni son todos los que están, ya que faltaban en esa foto Isa y Gloria Rosa, Maria Rite (Rocio era más chica y apenas jugó con nosotros), Cristina Ramírez y Gema Cejudo ... amén de los primos y amigos que de cuando en cuando se unían.
Pues eso es todo (que al final me parece que me he “enrollao” más de la cuenta), un beso a todos lo que se vean reflejados o identificados con este recuerdo de infancia.